Pizza casera

La preparación de la pizza no tiene mayor secreto, pero sí tiene truco:  la masa.

Hacer masa de pizza demora por lo menos una hora y media y no es tan fácil como parece. Todos quienes hemos intentado hacer masa fresca y flexible de pizza hemos fallado en el primer intento.  Por ello si quieren hacer una pizza casera y rápida les voy a dar otro truco:  compren la masa…

Pero no esas masas que venden en los supermercados, porque esas ya no están frescas y para evitar que leuden, las precocinan, con lo cual el momento de hornearla queda seca, hinchada y quebradiza.

Les recomiendo que si tienen una panadería de su confianza, COMPREN masa de pan tipo baguette CRUDA, que es casi idéntica a la de pizza.  Muchas panaderías preparan la masa y la dejan en congelación hasta el momento de usarla, así que les pueden vender una unidad o un medio kilo de masa cruda (sale baratísimo).

Si la masa está congelada, hay que dejarla descongelar a temperatura ambiente hasta que se ponga flexible (no meter en el microondas ni aplicar calor porque va a hincharse).

Amasado:

Una vez flexible (en la foto hemos hecho un rollo con una masa para baguette), pueden amasarla espolvoreando un poco de harina, hasta irle dando la forma redonda.  Amasen con un rodillo de madera espolvoreado con harina;  aplicar el rodillo desde el centro hacia los bordes de manera que se vaya estirando uniformemente.

Cuiden que la masa vaya quedando redonda (si han escogido un molde de esa forma).  Decidan hasta que grosor la amasan, pero no debe exceder nunca los 5 mm antes de hornear (la masa de la pizza italiana original es delgada, la gruesa es un invento de EEUU).  La masa debe quedar tan flexible que si la lanzan al aire dando vueltas no se rompe (el famoso baile del Pizzaiolo)

Mientras amasan pongan a precalentar el horno (debe estar bien caliente para el momento de meter la pizza, al menos 250ºC).

Hay moldes para pizza en varios tamaños. Sugiero que pongan un poco de margarina en el molde para que a masa no se pegue.

Colocamos la masa en el molde y la humedecemos con una cucharadita de aceite de oliva bien repartido en toda la superficie.

Agregamos salsa para pizza o pasta de tomate y en este caso hemos añadido un poco de pasta de ajo.  Esparcimos bien en toda la superficie.

Rayamos suficiente queso mozzarella (no usar queso fresco nunca) para cubrir la superficie de la pizza con una capa de un dedo de espesor.

Si deseamos borde relleno de queso, habremos estirado la masa un poco más grande del borde , colocamos queso en el contorno y doblamos la masa hacia el interior con el queso dentro.

Preparamos los ingredientes que vamos a usar, en este caso tomate en rodajas finas, cebolla blanca en rodajas, jamón en tiritas y aceitunas picadas.

Colocamos un poco de queso rallado sobre la masa y repartimos.  Colocamos los demás ingredientes: tomate, cebolla, aceitunas, jamón.  Agregamos el resto del queso sobre los ingredientes.  (No agregar orégano al hornear, porque en el horno se quema y se pone amargo).

Metemos la pizza al horno precalentado y, dependiendo de la temperatura y de la potencia de horno, en 15 a 25 minutos la pizza está lista.  Verificar cada cierto tiempo el grado de cocción de la masa por abajo para que o se queme.  Cuando la masa está dorada por abajo, la pizza está lista.

La sacamos del horno, la deslizamos con ayuda de una paleta ancha sobre una bandeja o madera y la cortamos en triángulos según el número de porciones que deseamos. Aquí añadimos el orégano espolvoreado fino.

   

Acompañada de una sencilla ensalada de lechuga crespa y tomate cherry aderezada con limón, aceite de oliva y aceto balsamico… se deja comer sola!

Y presto!  Pizza para cuatro o cinco personas en menos de una hora, con los ingredientes de calidad que nosotros queramos y a un tercio del costo de comprarla!

Una mesa de ping pong

Deseas hacer una mesa de ping-pong?  Aquí te decimos cómo paso a paso!

Introducción

Ping Pong, Tenis de Mesa, o como desee llamarlo, es un juego divertido especialmente porque no se interrumpe por el mal clima o por la hora.

Actualmente existen excelentes mesas en el mercado, con buenos materiales, acabados y facilidad para doblarlas y guardarlas.  Como siempre el tema es su costo; una buena mesa puede costar hasta mil dólares!  Las más económicas entre $250 y $400 (las más baratas por supuesto tienen los problemas de calidad, malos herrajes y patas débiles, tablero delgado que suele doblarse con el tiempo, etc).

Cuando se busca en la web ideas para construir una mesa hay varias páginas que recomiendan:  “¡no lo haga usted mismo! es complicado y costoso”  En fin tomaremos el riesgo y vamos a hacer nuestra propia mesa.

Qué vamos a necesitar:

• Un tablero de MDF (Medium Density Fiberborad) de al menos 2,40 X 1,80 m.
• 6 Tarugos (cilindros del tamaño de un meñique) de madera de 5 ó 6cm y 8mm de diámetro.
• 3 Pernos de 6cm y 8mm de diámetro.
• Pedazos de tubería de cobre o similar de 8mm de diámetro interior.
• 1 litro de pintura esmalte mate (del color deseado de la mesa) y thinner.
• Pintura blanca en lata o spray.
• Pega para madera
• Masking tape y papel periódico.

Herramientas:

• Taladro, martillo, destornilladores pinzas
• Soplete para pintar

Diseño:

Una mesa de ping-pong reglamentaria mide 2,74 x 1,525 m (9×5 pies) y 76 cm de altura (30 pulgadas), es decir es bastante grande, pues ocupa 4,16 m2 y se necesita suficiente espacio para poder moverse a cada lado, así que asegúrese que tiene al menos un espacio de 6 x 2,50 m (15-16 m2)  donde colocarla; esto es prácticamente el tamaño de un garaje para un auto grande).

La primera dificultad con la que nos encontramos es que, tal como advertían las páginas web, la mayoría de tableros de madera, MDF o aglomerados que se venden en el mercado no vienen en el largo suficiente para una mesa, pues máximo son de 2,40 x 1,80 m.

Para superar esta dificultad hemos hecho un diseño distinto que nos permite aprovechar el tablero de mejor forma.

En el dibujo vemos el diseño de la mesa de forma de tener tres secciones, con sus extremos unidos por una sección media en donde irá la red.  Puesto que esta área cercana a la red es en la que menores jugadas se producen, cualquier imperfección de la mesa no afectará tanto el juego en esta zona.

Primero compraremos un tablero de MDF de 25 mm y lo haremos cortar a la medida en el almacén tal cual se indica en la parte inferior del primer dibujo.  La mayoría de almacenes ofrecen este servicio. No recomiendo tratar de cortarlo uno mismo ya que requiere mucha precisión (además el polvillo del MDF es ligeramente tóxico pues contiene formaldehído).

Las medidas son:

Tablero completo original (sin cortes) que se puede comprar : 2,44 x 1,83 m (y una pulgada o 2,5cm de espesor)

Medidas de los cortes:

• 2 secciones de 1,52 x 1,22 m
• 1 sección de 1,52 x 0,30 m

(nos sobra una pieza de 0,92 x 0,30 m)

Una vez cortados los tres segmentos que se ven en la figura (nos sobrará un pedazo que podemos usar para una repisa, por ejemplo) podemos solicitar a la empresa que nos vende el tablero colocarle bordo blanco en los bordes externos (los que aparecen con línea punteada en el dibujo) , así nos evitaremos pintar los laterales de la mesa, que por su consistencia porosa absorben mucha pintura.

El tablero puede ser de MDF (medium density fiberboard) o mejor aún de HDF (high density fiberboard)  que es lo óptimo recomendado para el juego por su rigidez y porque no se dobla aunque no tenga soportes en la parte inferior, aunque el MDF es suficiente y además es más barato.

Armado:

Bueno, entonces ahora tenemos tres pedazos de tablero: dos de 1,52 x 1,22 m (que son los dos lados de la mesa) y un pedazo largo y estrecho de 1,52 x 0,30 m (que es la parte central).

Comenzaremos con el panel central:

Para el armado de la mesa haremos varios agujeros de 8 mm en el la sección central, para insertar en ellos los tarugos que sirvan para unirla luego a las secciones de los extremos entre sí.   Haremos 3 agujeros para los tarugos, equidistantes entre sí y perforamos como se indica en las imágenes.  Calcular bien la profundidad de los agujeros que no debería ser más de 3 cm a cada lado.  Una vez hechos los agujeros podemos encolar los tarugos en cada agujero y dejar secar.

Adicionalmente a los tarugos de madera en esta mesa hemos colocado algunos tarugos de metal, que podemos hacer con pernos a los que les cortamos la cabeza.  Se hace el agujero como para un tarugo normal y se le coloca un recubrimiento de cobre hecho con un pedazo de tubería fina de cobre que embone con la rosca del perno, tal como se muestra en la figura.  En el otro lado también haremos un agujero y colocaremos un pedazo similar de cobre.  Atornillamos el perno en las piezas de cobre de la sección central y dejaremos la parte lisa del perno para que entre en las secciones de los extremos.

         

Esto le da mucha mayor fortaleza a las uniones de la sección media, pues los tarugos de madera pueden romperse si la mesa soporta algún esfuerzo extremo durante el juego o alguien se recarga en la parte central.

Una vez hechos todos los tarugos y sus agujeros correspondientes en cada pieza de las tres secciones, podemos armar la mesa sobre un piso completamente plano.

    

Pintado:

Hemos escogido un color azul para la mesa.  Los colores oficiales para las mesas actualmente son el azul marino y el verde hoja con las líneas en blanco.  También he visto mesas en negro (pero me parecen bastante lúgubres…)

Se debe pintar con pintura esmalte opaca o mate, pues la mesa no debe brillar con la luz.  Existen pinturas especiales para mesas, pero no se consiguen fácilmente.  En todo caso una pintura esmalte normal con acabado mate y sin ninguna clase de textura, es más que suficiente para el juego no profesional.

La pintura se debe aplicar con soplete, pues el acabado con brocha no da buenos resultados en grandes superficies y puede dejar imperfecciones que afectan el juego.

Mezclamos la pintura con thinner (disolvente), revolviendo bien para que tenga una textura homogénea, y lo colocamos en la pistola de pintar.  Aplicamos la pintura con soplete, cuidando que el color vaya quedando uniforme en toda la superficie.  entre capa y capa, dejar secar una hora, lijar con lija fina y lavar con agua. Luego aplicar otra mano, hasta que se obtenga el acabado deseado.

Siempre usar protección completa al pintar para evitar intoxicaciones.

   

Uva vez aplicadas las manos de pintura necesarias y dejar secar, pintaremos las líneas blancas que son de 2 cm de grosor para las laterales y de 0,5 cm para la línea divisoria central (no se ven en estas imágenes).  Lo ideal es señalar los 2 cm a cada lado de la mesa y colocar cinta de enmascarar (masking tape) a todo lo largo de la mesa entre los dos puntos.  Colocar papel periódico debajo de la cinta para proteger la zona pintada de azul.  Hecho esto pintamos las líneas blancas con el spray.  También es buena idea hacer una marca en la parte central de cada lado de la sección central, para indicar donde colocaremos los soportes de la red.

 

Bases:

Terminado el secado de la pintura tenemos que sostener la mesa.

La solución de ponerle patas o hacer “burritos” para soportarla suele ser bastante complicada.

Hemos simplificado comprando dos mesas plásticas desarmables (de las que se usan para jardín) de 1 m2 de superficie cada una.  Cada mesa (deben tener de 73 a 74 cm de altura) irá colocada aproximadamente en el centro de las secciones extremas de la mesa.  Puesto que cada tablero extremo tiene 1,30 x 1,52m sobran a cada lado de la mesa solo de 15 a 25 cm, lo que le da bastante estabilidad a la mesa por su peso y grosor y a la vez impide que se pandeen o doblen  las esquinas.

Para que las mesas no se muevan del centro de cada tablero, hemos utilizado las piezas circulares que tapan el agujero central que tiene cada mesa, y las pegaremos con un adhesivo fuerte (“montage kit” por ejemplo) al tablero, de forma que cuando el tablero descanse sobre la mesa, éste no pueda moverse.

Armamos también las mesas que generalmente vienen con las piezas desmontadas.

             

Pintamos finalmente la línea del medio (aunque en el tenis de mesa moderno ya no se saca obligatoriamente en diagonal, igual hay que pintarla para el juego en dobles)

Bueno, una vez seco todo, es cuestión de armar la mesa, comprar una buena red, raquetas y pelotas y ponerse a jugar!

    

El costo de una mesa de este estilo, totalmente desmontable,  INCLUIDAS las mesas plásticas de soporte (que nos pueden servir además para cualquier otro uso) es de aproximadamente $100 dólares, bastante menos que lo más barato del mercado y bastante más duradera y resistente.

Una silla para tomar el sol

Tomar el sol con mesura es una práctica saludable.

¿Quieres hacerlo y no tienes una silla para el sol?

¿Ya fuiste a ver cuánto cuesta una y no tienes presupuesto?

Aquí una forma sencilla y bastante económica de hacerla.  No es lo más fácil, pero te va a costar la décima parte de lo que pagarías por una, y ¡te vas a divertir el triple!

Lo primero es diseñar la silla.  Puedes escoger de la web dibujos que te den ideas del tipo de silla que vamos a construir.  Yo encontré estas fotos… (perdón si me les robé la idea, pero estas sillas son bastante comunes así que no creo que tengan copyright…

)

Ahora vamos a dibujar nuestro diseño adaptando y simplificando algunas características para que lo podamos hacer con herramientas de casa.  Es importante que dibujes y diseñes los detalles, como los acoples de la madera y el mecanismo de reclinación para que no haya errores en la ejecución.

Esta silla tiene 2 m de largo y 0,90 de ancho (se puede hacer más pequeña)

Ahora bien, con el diseño hecho, verificar cuánto material vas a necesitar:

• 2 piezas largas de 2m x 0,15 de ancho y 3cm de espesor (para los largueros)
• Dos piezas cortas de 0,90 m de largo por 0,15 m de ancho y 3cm de espesor (para cabecera y piesera)
• 15 duelas de 0,90 m de largo x 0,10 cm de ancho y 1cm de espesor (para el entablado)
• 4 piezas de 0,30 m de largo y de 5x5cm de espesor (para las patas)
• 2 tiras de 0,80m y 3x3cm de espesor (para el soporte del espaldar).
• 2 tiras de 0,40m y 3x3cm de espesor (para los apoyos del soporte del espaldar).
• Al menos 20 pernos de acero de 8cm de largo x 0,8cm de calibre, con doble tuerca y rodela plana cada uno.
• 60 tornillos auto roscantes para madera de 1 ½ pulgadas de largo (3.5 cm)
• Tinte y/o laca para madera.

Para esta silla utilizamos algunas duelas viejas que rescatamos de un techo, y que hicimos cepillar para quitar la parte envejecida de la madera.  También tuvimos que comprar un par de tablones nuevos.  Toda la madera deberá ser lijada antes y después de hacer las perforaciones que se mencionan, para garantizar que la madera quede lisa y lista para ser armada.

 

Herramientas necesitarás:

• sierra o serrucho,
• taladro,
• destornilladores
• llaves de tuercas
• lija para madera
• brochas y pinceles para pintar.

Y sobre todo, muchas ganas y un poco de tiempo…! (algo de ayuda y refrescos no vienen mal)

Primero armamos la estructura del mueble:

Hacemos un rectángulo con las dos tiras largas y las dos cortas. Es conveniente que las tiras largas queden tapadas por las cortas en las esquinas, así el aspecto del mueble es mejor visto de frente (al igual que todas las camas) según se ve en el gráfico:

En cada esquina por el interior colocamos cada una de las patas de 30cm.

Ahora marcamos en la tira larga y la corta donde vamos a perforar los agujeros para los pernos que unirán las piezas largas a las patas.

Hay que espaciar los agujeros para que el peso y la fuerza se distribuyan bien en las patas, por ello no debemos hacer los agujeros demasiado cerca entre sí.  Yo usé la distribución intercalando los pernos en cruz, pero se puede hacer también poniendo 2 exteriores/ 2 interiores.

Se facilita mucho el trabajo si armamos la estructura “patas arriba” y luego la volteamos.

Una vez marcadas las piezas, hacemos los agujeros con el taladro.  Recomiendo usar una broca de exactamente el mismo diámetro del perno (8mm en este caso) para que no haya holgura y el perno quede bien sujeto a la madera.

No debemos olvidar ir marcando y numerando las piezas que van juntas, para no confundirlas si las movemos;  los agujeros nunca se hacen exactamente en el mismo lugar por lo que cada pieza debe ajustar solo con su correspondiente.

Procedemos con todos los agujeros, pero comprobando en cada uno que las patas vayan encajando perfectamente alineadas, en caso contrario la silla nos quedará tambaleante.

Se puede avellanar la madera para que las cabezas de los pernos no sobresalgan lo que le da un mejor acabado al mueble.  Incluso si se quiere se puede luego cubrir la cabeza de los pernos con masilla de madera y pintarlos para que se vuelvan invisibles y el acabado sea mejor (aquí los dejamos visibles).

Terminada la perforación colocamos los pernos y armamos la estructura.  Le damos la vuelta para ver que se sostenga bien. Aquí se pueden corregir pequeños defectos de la madera o del empernado, que luego ya no se pueden hacer.

Terminada la estructura vamos con el entablado (usando las duelas).

Cortamos las duelas de madera al ancho exacto de la silla (0,90cm).  Algunas personas las cortan un poco más largas para que sobresalgan del borde, es cuestión de gusto.

En este caso colocaremos las tiras paralelas y separadas por aproximadamente 4cm entre ellas.

Con 15 tiras y espacios de 4cm entre ellas nos dará (15*0,10) + (14*0,04) = 2,06m

Como verán es 6 centímetros más largo que los largueros, lo cual se compensa con los 6 cm añadidos por el ancho de las piezas que van en la cabecera y la piesera.

En cada duela marcamos los puntos donde pondremos los tornillos con los que fijamos las tiras a la estructura.  Usamos dos tornillos a cada lado para mejor fijación.  Si se usa madera muy dura, es conveniente perforar huecos con una broca fina para facilitar el ingreso del tornillo.  Debemos perforar todos los huecos en todas las duelas para tenerlas listas para el momento del armado.

Ayuda mucho hacerse una “plantilla” con un trozo de madera donde se perforan los huecos guía, para no tener que medir los puntos en cada duela, así se gana mucho tiempo.  También ayuda mucho ajustar los tornillos con un taladro de velocidad variable, o un destornillador eléctrico (hay que ajustar 60 tornillos!)

También se puede avellanar la madera para que la cabeza cónica del tornillo quede a nivel de la madera.

Antes de comenzar con el proceso de armado del mueble es conveniente arreglar cualquier imperfección de la madera con masilla de carpintero y lijarlo;  luego pintarlo con barniz y tinte de de madera, para que no queden lugares sin pintar en el mueble.

Utilizamos tinte de madera y un sellador de madera si es necesario.  Se deben lijar muy bien las piezas para eliminar cualquier posible astilla que nos pueda lastimar, ya que uno toma el sol, generalmente, sin ropa …    Se puede lacar la silla o dejarla en madera al natural para un toque más rústico.

Para el respaldo ajustable de la silla, debemos primero armar la estructura reclinable.

Tomamos las dos tiras de 0,80m y las fijamos aproximadamente a 1,25 m de los pies.  Debemos fijar la tira unos 3 o 4 cm debajo del borde superior del larguero.  Haremos un agujero en el larguero donde se articulará el respaldo.  

Hacemos lo mismo del otro lado.

A la mitad de la longitud de esta tira  fijamos la otra más pequeña. Y armamos el conjunto como se indica en las fotos.

 

Para asegurarnos que este mecanismo funcione sin problemas debemos usar pernos y de ser posible forrar o embutir el interior del agujero con una pieza metálica del mismo diámetro.  Con esto el perno no desgasta la madera.

Ahora dejaremos por un momento el mecanismo reclinable para comenzar a colocar las duelas y ver que queden en el punto preciso.

Comenzamos atornillando las duelas desde los pies hacia arriba como se ve en el gráfico.

 

Colocamos las duelas hasta aproximadamente la mitad de la estructura (aproximadamente 1,20m) que corresponden a la parte donde reposarán las piernas.

Ahora regresamos con el mecanismo reclinable, y procedemos a fijar la siguiente duela. Para fijar ésta, es necesario que dejemos un par de centímetros más de distancia con la anterior, para que al reclinarnos no tope la madera del larguero.  En algunos casos (como éste) fue necesario rebajar el borde superior del larguero para que el mecanismo funcione correctamente (esto no es una ciencia exacta…)

Seguimos colocando las demás duelas hasta el borde superior de la silla.

 Una vez finalizado el enduelado, vamos a colocar los topes para el mecanismo reclinable.  En este caso fabricamos  6 piezas de madera en forma de “C” para los topes (para poder tener tres tipos de posición de reclinado)  y los fijamos con dos tornillos cada uno por el interior de los largueros.

Para ello (y con ayuda) ubicar la posición deseada del respaldo de la silla y medir donde coincide la tira corta en el larguero.  Marcar y fijar con tornillos.  Hacer lo mismo al otro lado.

Luego colocamos el respaldo en la posición deseada y repetimos la operación.

En el punto donde el espaldar se dobla será necesario rebajar un poco la madera del larguero para permitir el movimiento del espaldar, como se indica en la figura.

Bueno ahora la silla está prácticamente lista.

se deberá comprobar el correcto funcionamiento del espaldar reclinable y hacer ajustes si es necesario.

Luego un repintado general para que quede el color y acabado uniforme.

adjunto unas fotos más de algunos detalles durante la construcción y luego ya terminados:

Y así se verá terminada:

Un detalle: puedes añadirle un par de rueditas al ras en las patas traseras, te facilitará mucho levantarla de un lado y moverla de sitio.

Para darle el toque final podemos comprar o fabricar nosotros mismos una colchoneta del tamaño adecuado (comprar y hacerla sale baratísimo, para quienes tienen habilidades de costura; no es mi caso)

 

También con los restos de las duelas se puede fabricar una pequeña mesa para colocar bebidas:

    

Y listo! A esperar que salga el sol!

Madera, tornillería y pintura: $50

Colchoneta: $30

Tomar el sol y un Bloody Mary en la terraza, en la silla que tú mismo construiste … no tiene precio!

Restaurar una vieja mesa

Hay muebles a los que uno le agarra cariño.  El sol, la humedad y nuestro clima tropical… (como decía el anuncio de shapoo) daña la pintura, el brillo se acaba y los golpes del uso diario pueden volverlo un mueble viejo y desagradable a la vista.

Sin embargo si la madera es buena siempre tiene salvación.  La noble madera tiene la virtud de poder restaurarse fácilmente.

Como ejemplo esta mesa decorativa con cajones.  Su aspecto inicial hace que den más ganas de ponerla al fuego que de restaurarla.

Sin embargo es posible darle una nueva vida de manera muy fácil volviéndola a lacar:

Necesitaremos:

• Lija de madera #100 a 200.  Lijadora eléctrica opcional.
• Lija de agua #400 y 800
• Masilla de carpintero
• Tinte para madera
• Laca transparente
• Brochas (soplete de pintor opcional)

Primero comprobamos que la estructura esté en buen estado.  Podemos hacer algunos arreglos simples en caso que haya daños.

Si el mueble está lacado, deberemos quitar la laca aplicando líquido removedor de pintura, dejar actuar un par de horas y remover con una espátula.

Luego hacemos un lijado completo del mueble (una lijadora eléctrica es ideal para no pasarnos dos días lijando) hasta dejar el color natural de la madera.

Si hay fallas en la madera se pueden arreglar con masilla de carpintero, aplicando una o varias capas y dejando secar completamente hasta que esté dura.

Luego de lijar perfectamente podemos aplicar un sellador de madera (opcional) y volver a lijar hasta dejar la superficie completamente lisa.

A continuación aplicamos el tinte de madera.

Se puede aplicar más de una capa de tinte y dejar secar para ir comprobando el tono hasta que obtengamos el deseado (mientras más capas de tinte, más obscuro el color;  si se nos pasa podríamos volver a lijar).

Finalmente podemos aplicar barniz o laca trasparente.

Aplicamos una capa de laca, dejamos secar y pulimos con lija de agua fina.  Repetimos el procedimiento dos o tres o más veces, según cuán gruesa querramos la capa de laca.  Al final se pule con lija muy fina (#800 por ejemplo) hasta que la laca quede con un brillo natural.

   

Finalmente se ensamblan de nuevo todas las piezas.  En este caso reemplazamos las perillas originales de los cajones por otras más modernas.

Y listo, ¡un mueble restaurado por la décima parte del valor de comprar uno nuevo!   

Mesa simple

Siempre hace falta una mesita para poner cosas en la terraza, jardín, balcón, auxiliar para los asados, donde sea.

Aprovechando algunas duelas viejas, cepilladas para quitar la parte envejecida de la madera, podemos hacer una sencilla pero práctica mesa como ésta.

Siempre primero vamos a dibujar el diseño para que no haya errores.

Vamos a hacer una mesa rectangular con las duelas longitudinales y las patas en doble “equis”.

Esta mesa tiene 1,2 m de largo y 0,70 de ancho y 0,70 de altura.

 

Los materiales a utilizar son:

7 duelas de 1,2 m de largo x 0,10 cm de ancho y 1cm de espesor (para la superficie)

4 duelas de 1 m de largo y 0,10 cm de ancho y 1cm de espesor (para las patas)
1 tira de 1,2m y 3x3cm de espesor.
2 tiras de 0,8m de largo y 3x3cm de espesor
Dos pernos de acero de 8cm de largo x 1 cm de calibre, con doble tuerca y rodela plana cada uno.
16 tornillos auto roscantes para madera de 1 ½ pulgadas de largo (3.5 cm)
Tinte y/o laca para madera.

Herramientas que necesitarás:

• sierra o serrucho,
• taladro,
• destornilladores
• llaves de tuercas
• lija para madera
• brochas y pinceles para pintar.

Bueno, a ponernos a trabajar:

1.  Primero armamos las patas de la mesa:

Para esto tenemos que hacer algunos cálculos (los cálculos van a variar según las dimensiones de la mesa que hagamos, así que aquí detallo los que hicimos para esta mesa en particular)

Si la mesa va a tener 70 cm de ancho y 70cm de alto, entonces para hacer las patas en equis debemos cruzarlas en ángulo de 45 grados.

Para saber de qué largo tienen que ser las patas hay que aplicar el teorema del triángulo rectángulo o teorema de Pitágoras (la hipotenusa es igual a la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de los catetos; ¿creíste que nunca más lo ibas a necesitar luego del examen de geometría?)

Entonces prácticamente las patas tienen 1m de largo

Para hacer las patas tomamos dos duelas de 1 m de largo y las alineamos una sobre la otra y marcamos un punto exactamente en su centro.

Perforamos un agujero que servirá para el eje entre
las dos.  Repetimos el procedimiento con dos duelas más.

Una vez perforadas a la medida de un perno, es conveniente forrar internamente el agujero con un segmento de tubo de cobre o bronce, pues así tendrá mucha más resistencia que la madera.

Y finalmente introducimos el perno por el agujero, uniendo las dos duelas para que formen la “equis”.

Repetimos el procedimiento para el segundo par de patas, como se puede ver en las fotos de arriba.

Luego cortamos los extremos de las patas en ángulo de 45º (se puede hacer con una escuadra o utilizando una plantilla

de plástico o madera como la de la foto).

Los ángulos de corte deben ser paralelos en cada duela o sea son ángulos correspondientes, o para el mismo lado, pues en un extremo asientan en el suelo y en el otro extremo se fijan a la parte superior de la mesa.

Es importante que tengamos mucho cuidado en cortar en el ángulo correcto ya que si hay errores la mesa quedará tambaleante y no se podrá corregir sin tener que cortarla.

2.  Ahora vamos a hacer el travesaño que une las dos pares de patas “equis” que hemos hecho.

Para esto, tomamos la tira cuadrada de 1,2m y debemos hacer un agujero a cada extremo como consta en el dibujo.  En este agujero entrará el perno que une las patas.

Para poder sujetar el perno hay dos formas:

• hacer un corte lateral a la madera e introducir una tuerca en él  para que el perno se atornille (yo usé este mecanismo), ó
• comprar pernos que existen en el mercado cuya tuerca se introduce al fondo del agujero para atornillar el perno (son del tipo que se usa en camas y similares, preguntar en la ferretería, no está ilustrado aquí.)

Una vez listos los pernos se atornillan a las patas para crear la estructura de la base de

la mesa.

De esta forma las patas no se moverán.

(Aquí se ilustra cómo están unidas cuando ya estaban pintadas)

3.  Terminadas las patas pasamos al tablero de la mesa.

Tomamos 7 duelas y las cortamos a 1,20m de largo.

Perforamos un hueco en cada  extremo de las duelas aproximadamente a la mitad de su ancho.  El agujero debe estar a una distancia que nos permita atornillarlo a las tiras transversales que harán de soporte.  Calcular bien el punto de atornillado.

Usamos las tiras de 0,70 para unir transversalmente las duelas y formar el “tablero”.

Una vez listos los agujeros, atornillar cada duela a ambos lados a cada una de las dos tiras.  Atornillamos las demás duelas verificando que queden bien juntas y paralelas.

4. Bueno, ahora tenemos patas y tablero, así que hay que juntarlos!

Las patas se pueden fijar a las tiras que sujetan el tablero enduelado de la mesa mediante pernos o tornillos.

En la parte superior de las patas y para mejor sostén se pueden fabricar una pequeñas piezas de madera que se atornillan al enduelado del tablero superior.  Las pueden fabricar con los sobrantes de las tiras como se muestra en las imágenes.

Si se desea aún más fortaleza de la estructura, las patas pueden fabricarse de madera más gruesa, o se pueden colocar tiras que unan las partes inferiores de la mesa. En este caso hemos optado por dejarla así pues es una mesa auxiliar y no para soportar demasiado peso.

Hay que armar la mesa y asegurarse de ajustar bien todas las tuercas y pernos:

Luego se puede lijar bien la madera y proceder a pintar, o se puede pintar toda la mesa una vez terminado el mueble.  (Yo prefiero siempre pintar y luego armar, a fin que no queden áreas sin pintura, aunque no se vean.  Finalmente se le puede dar una lacado o dejarla más rústica. Por eso es que algunas fotos se ven con el armado de la madera ya lacada).

Y bueno, ya está lista la mesita!  A ver como quedó:

un estante para vinos?

¿Cómo construir un estante casero para vinos?

 Los buenos vinos embotellados deben conservarse en posición horizontal para que el corcho permanezca húmedo y selle perfectamente la botella.  Además los vinos prefieren los ambientes sin luz directa del sol y sin cambios bruscos de temperatura.

 Si tienes algunas buenas botellas de vino en casa de esas que “algún día especial te vas a tomar” será mejor que las pongas acostadas para que su valioso contenido no pierda calidad.

 Para ello tienes varias opciones:

• Cómprate una de esas costosísimas vineras con temperatura controlada.
• Compra un clásico estante de vinos en un almacén, o
• ¡Diviértete haciendo uno tú mismo!

 Si has elegido la tercera opción, aquí te sugiero cómo:

1.  Primero lo primero, planificación.  Debes decidir cuántas botellas quieres almacenar y cuánto espacio dispones para hacerlo (recuerda que el sitio escogido debe ser obscuro, seco y fresco).

  

Toma algunas botellas y decide cuánto espacio te ocuparán.  Viene bien hacer el estante para más que para menos porque el trabajo es casi el mismo y podrás almacenar más cantidad para las ocasiones especiales.

 

 Dibujemos un poco como pensamos que quedará antes de ponernos a trabajar.  Así es más fácil visualizar el mueble.

 

 

 

 

 

¡Ahora a trabajar!

 Para un estante mediano vas a necesitar:

•  2 tiras de madera 2 m de largo  y 3×4 cm o 4×4 cm. 
• 4 tiras de madera de 10 cm de ancho por 1 m de largo y 2 cm de espesor.
• 8 Pernos de 10 cm de  ¼ de pulgada con tuerca y arandela.
• Serrucho
• Caladora
• Taladro
• Brocas para madera
• Sacabocados para taladro (no son indispensables)
• Lima para madera
• Lija para madera
• Cartulina, lápiz, borrador, regla, escuadra, calculadora
• Tinte o pintura para madera

 

2.  Mide tus vinos. 

Las botellas típicas tienen 7.5 – 8 cm de diámetro y 30 – 31 cm de largo, aunque son como las personas, las hay más regordetas, rabonas, bajitas o más esbeltas.

Cada botella necesitará unos 12  cm de espacio: 8 para su diámetro y al menos 2 cm a cada lado de separación.  8+2+2=12.  De manera que un estante para 5 botellas necesita al menos 60  cm, más unos 10 cm de margen a cada lado para la estructura; en total unos 80 cm de ancho.  Con diferente número de botellas ajusta el ancho necesario.

 Nuestro estante modelo es de 120 cm de ancho y caben en él siete botellas en cada nivel.

 Cortamos cuatro tiras de cartulina de 1m de largo y 10cm de ancho.

Medimos 16 cm desde el borde (10 + la mitad de 12).

Luego marcamos tantos puntos cuantas botellas vayamos a poner cada 12 cm y dejamos igualmente 16 cm al final.

Así:  16+(12*7)+16=116 cm

 ¿Complicado? OK mira el dibujito:

 

 Bueno, ahora que has marcado la cartulina, hay que dibujar:

En DOS de las cartulinas dibuja unas “medias lunas” de 8cm de ancho y unos 2 cm de profundidad, que tengan como centro cada punto dibujado.  Puedes dibujarlas con compás, con una tapa de frasco, con lo que quieras.

Cada media luna sostendrá la “cola” de una botella.

 

 

En las otras DOS cartulinas dibuja unos “huequitos” redondeados de 3cm de ancho y unos 2cm de profundidad para los “cuellos” de las botellas.

 Para comprobar, alinea las cartulinas de las “medias lunas” con las de los “huequitos” y verifica que las marcas centrales coincidan trazando una línea entre ellas.

 Bueno, ¡basta de dibujar!

 Ahora tomamos las tiras de madera de 10cm de ancho y pegamos con cinta adhesiva las cartulinas sobre ellas.

 

Usando el taladro y una broca sacabocados del tamaño adecuado, perforamos los huecos en las tiras guiándonos por las marcas hechas en la cartulina.

  

  

 

 

Comprobamos que el tamaño y profundidad del hueco sea adecuado para el cuello de la botella y hacemos los ajustes de ser necesario.  Luego continuamos con las demás perforaciones en la tira.

  

  Una vez terminados los agujeros pequeños, alineamos la tira perforada con la tira de las medias lunas para asegurar que los huecos están bien marcados.  Hacemos correcciones si es necesario.

 

Para las medias lunas, hacemos perforaciones con la broca de madera, separadas más o menos medio centímetro, a lo largo de las líneas dibujadas, y luego con la caladora vamos cortando entre los huecos. 

  

La otra forma es hacer el corte directamente siguiendo el contorno de las líneas.

 

Cuando hemos terminado de calar las medias lunas, vamos limando y lijando hasta darles la forma y el acabado liso y redondeado necesario.

   

  Bueno, terminados los soportes para las botellas, pasamos a la estructura.

 Nuestro estante modelo tiene dos niveles de botellas, así que tenemos que hacer la estructura de suficiente altura para las dos filas de soportes.  Entonces,

 Cortamos los listones de 4x3cm de la siguiente manera:

 4 trozos de unos 70 cm de largo para las patas.

2 trozos de unos 20 cm de largo para los travesaños.

2 trozos de unos 40 cm de largo a modo de patas transversales.

 Los travesaños deben ser de una largo menor a la altura de la botella. Por ejemplo si la botella tiene 30cm de alto, los travesaños deben tener unos 21cm para que la botella quede adecuadamente soportada.

 

Comenzamos fijando dos listones de las patas a los soportes para las botellas.  Usamos los pernos con tuerca, haciendo primero perforaciones en la madera a la altura indicada en cada listón, para que queden alineadas.

  Así formamos un cuadro con las dos patas y los dos listones .

 Luego hacemos lo mismo con los otros dos listones y las patas para formar dos cuadros que vamos a unir con los listones transversales.

 

Unimos los dos cuadros con los listones transversales y los unimos con pernos para formar la estructura.

 

 

Una vez unida la estructura, ponemos dos listones más en la parte inferior para asegurar el cuadro y dos más largos en la parte inferior a modo de patas.

 

Finalmente hay que darle el acabado al mueble.  Para esto podemos usar tinte o pintura para madera y aplicarlo con brocha.  Es necesario darle una buena lijada a la madera antes de pintar, y si fuera necesario una capa de sellador de poros para que la pintura se absorba de manera más uniforme.

 

Pintarlo es fácil y entretenido y el tinte demora solo un par de horas en secar.

 

 

 

Una vez seco está listo para que lo coloques en el sitio escogido ¡y lo llenes de botellas!

 

 

Mucho mejor si utilizas madera reciclada para hacer el mueble y conviertes

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para adaptar un aparato de pilas a corriente?

¿Tienes un aparato que funciona a pilas y no quieres gastar tanto dinero en comprar baterías a cada momento?

Bueno, tienes dos soluciones fáciles:

1. Compra pilas recargables y así ahorrarás mucho dinero y ayudarás al ambiente al no botar tanta batería usada contaminante a la basura.

2. ¡Convierte tu aparato de pilas a corriente alterna!

Aquí veras como: Lo primero que debes hacer es verificar con cuánto voltaje funciona tu aparato. Usualmente lo dice en la parte donde van las pilas, o se puede calcular fácilmente. Por ejemplo el aparato que nosotros tenemos en la foto funciona con 3 pilas “AA” de 1.5 voltios cada una puestas en serie, es decir 3 x 1.5 = 4.5 voltios.

Ahora necesitas conseguir un adaptador de corriente que tenga ese mismo voltaje. Lo mejor es comprar un adaptador de 110 o 220 voltios de entrada (según la corriente del país donde vivas) que tenga salida de múltiples voltajes como 1.5 , 3 , 4.5 , 6 , 9 , 12 voltios. Los encuentras en cualquier tienda de electrónicos y son muy baratos! (un adaptador te costará lo mismo que comprar unas 4-6 pilas alcalinas). Quizá incluso puedes utilizar una adaptador usado que te haya quedado de algún otro aparato.

Como herramientas vas a necesitar:

• un desatornillador (desarmador),
• unas pinzas o tijeras para cortar y pelar el alambre (o una simple navaja)
• y un cautín o soldador (un clavo calentado en una hornilla sirve también perfectamente)
• suelda de estaño (se compra en cualquier ferretería en rollitos).

Ahora verifica que el aparato que quieres modificar se puede desarmar.

Hay algunos que vienen sellados, es decir son de “una sola vida”; en este caso tendrás que romper las juntas de unión para poder acceder al interior y luego pegarlas nuevamente. Ten cuidado al hacerlo para no dañar irreparablemente el aparato.

En nuestro caso vamos a modificar un aparato de lavado dental casero que usa un pequeño motor para impulsar agua.

Saca las pilas del aparato y si el aparato seleccionado usa tornillos, entonces sácalos con un desatornillador para acceder al interior.

Luego separa las dos mitades del aparato. Recuerda la ubicación y posición de todas las piezas como tornillos, perillas, resortes, etc, para que los coloques igual al rearmarlo.

Ubica los puntos donde hace contacto el polo positivo (+) de la primera pila y el negativo (-) de la última (o de la única en caso que solo use una).

Ahora deberás soldar con el cautín y el estaño el extremo (+) del cable del adaptador de corriente al contacto (+) del compartimiento de pilas y el extremo negativo (-) del cable al contacto negativo (-) del compartimiento de pilas. Es fácil: positivo con positivo, negativo con negativo.

Para soldar solo debes derretir la punta del alambre de soldadura de estaño para unir la punta pelada del alambre al punto de contacto. Puedes usar el cautín o puedes calentar un clavo al rojo en una hornilla (y sostenerlo con una pinza o tenaza, no con la mano!)

Una vez que has soldado los extremos de los alambres a los puntos de contacto en el compartimiento de pilas, ya puedes conectar el adaptador a un tomacorriente para probar el aparato. (¡Verifica que el voltaje seleccionado sea el mismo de tu aparato antes de conectar!)

Es posible que necesites cortar el extremo del cable del adaptador y unirlo manualmente con el alambre que soldaste a los polos del compartimiento de pilas. Esto lo puedes hacer uniendo los alambres y aislando los luego con cinta adhesiva de electricista (tape eléctrico).

Ahora enciende el aparato y verifica si funciona correctamente.

Si no lo hace verifica primero lo siguiente:

• ¿El adaptador recibe corriente, es decir está encendido?
• ¿El voltaje es el correcto? (puedes probar con otros voltajes con cuidado)
• ¿Los puntos de contacto y soldadura están bien unidos?
• ¿Los polos (+) y (-) están correctamente conectados?
• ¿El aparato tiene un switch que debes accionar para hacerlo funcionar?

Bueno si todo ha ido bien, y el aparato funciona, entonces debes rearmarlo.

Es aconsejable que el cable del adaptador salga por el propio compartimiento de las pilas.

Quizá debas cortar un pequeño pedazo de la tapa del compartimiento para dejar que el cable salga bien:

Ahora vuelve a armar el aparato colocando perillas, resortes y tornillos en su lugar.

Una vez cerrado, vuelve a verificar el funcionamiento del aparato y entonces voilá,

lo habrás convertido a corriente y adiós a las pilas!

Bueno ahora OTRA adaptación:

Hoy he recibido casualmente una pregunta desde España consultándome si se puede adaptar un aparato de 4,5 voltios con un adaptador de otro aparato de 5v y sin dañar el compartimiento de las baterías.  La respuesta es Sí!!!  Aquí va como:

Hemos tomado este portero eléctrico inalámbrico que funcionaba con 3 baterías AA de 4,5v conectadas en serie, es decir en total 4,5v.  Digo funcionaba   porque aunque el aparato todavía sirve, gasta las baterías rapidísimo! Y además por alguna razón la batería que va en la posición 3 siempre se descarga primero, haciendo que las demás ya no trabajen tampoco;  en fin una lata.

Por otro lado tenemos este cargador de la batería de una pequeña cámara de fotos.  La cámara se descompuso sin remedio, pero el cargador aún sirve y tiene un voltaje de salida de 5v y 600mAh (miliamperios).  Esto de los miliamperios es importante sobre todo cuando el cargador tiene muy pocos, por ejemplo los de los celulares tienen muy bajo miliamperaje, y suelen no servir para aparatos que necesitan más potencia, aunque el voltaje sea el correcto.

 

Bueno, en fin. Tomamos el aparato a modificar y abrimos la parte donde van las baterías.

Unimos un alambre al contacto positivo (+) del compartimiento (es decir donde hacía contacto el polo positivo de la primera pila, y otro alambre al polo negativo (-) donde hacía contacto con la última pila.

Conectamos este alambre a los respectivos polos del adaptador de corriente de la cámara (positivo con positivo, negativo con negativo).  Normalmente en los adaptadores que tienen conectores circulares, el polo positivo siempre es la parte central (o hueca) y el negativo la exterior.

Hemos hecho un pequeño agujero en la parte posterior del compartimiento de pilas para poder sacar el alambre por atrás y que no se vea.

Listo!  Probamos ahora la corriente y si todo estuvo bien ensamblado debería funcionar.

Usamos cinta aislante para sellar todos los contactos y volvemos a armar el aparato.

Lo probamos con su respectivo pulsador, y voilá!

Ahora los instalamos en su sitio definitivo.  Hemos colocado unas canaletas plásticas para ocultar el cable del adaptador y hacerlo correr derecho por la pared (disculpar las fotos son para demostración, no está terminado aún de colocar)

Y ahora puedes usarlo sin pilas y sin la molestia de andarlas cambiando cada vez que se acaban!